ALZHEIMER
La enfermedad
de Alzheimer (EA),
también denominada mal de
Alzheimer, demencia senil
de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro
cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una
pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que
las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.
La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico
de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de
la enfermedad al momento del diagnóstico.
La enfermedad de
Alzheimer es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, que
aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. Los síntomas de la enfermedad como una
entidad definida fue identificada, mientras
que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois alzheimer en 1996. Así pues, el descubrimiento de la
enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo
laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a
encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió
nombrar a la enfermedad alzhéimer en honor a su compañero.
Por lo general, el
síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevas memorias, pero suele
confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o al estres. Ante la sospecha de alzhéimer, el
diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como
neuroimágenes, de estar disponibles. A medida que progresa la enfermedad,
aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor,
trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de largo plazo y una
predisposición a aislarse a medida que los sentidos del paciente declinan. Gradualmente
se pierden las funciones biológicas que finalmente conllevan a la muerte. El pronóstico para cada individuo es
difícil de determinar. El promedio general es de 7 años, menos del 3% de los pacientes viven
por más de 14 años después del diagnóstico.
La causa del
alzhéimer permanece desconocida, aunque las últimas investigaciones parecen
indicar que están implicados procesos de tipo prionico. Las investigaciones suelen asociar la
enfermedad a la aparición de placas seniles y ovillos neurofibrales. Los tratamientos
actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que
retrase o detenga el progreso de la enfermedad. Para la prevención del
alzhéimer, se han sugerido un número variado de hábitos conductuales, pero no
hay evidencias publicadas que destaquen los beneficios de esas recomendaciones,
incluyendo estimulación mental y dieta equilibrada. El papel que juega el
cuidador del sujeto con alzhéimer es fundamental, aun cuando las presiones y
demanda física de esos cuidados pueden llegar a ser una gran carga personal.
El Día Internacional
del Alzheimer se celebra el 21 de septiembre, fecha elegida por la OMS y la Federación Internacional de
Alzheimer, en la cual se celebran en diversos países actividades para
concienciar y ayudar a prevenir la enfermedad.
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